Por: Edwin Medina S.
Nunca habían jugado mejor, sin embargo, Inglaterra quedó fuera de la Copa Mundial. Y una vez más, es la
tiranía de las sanciones que ha llevado a Inglaterra hacia abajo, como en la
Eurocopa 96, como en Italia 90, y Alemania 2006. La historia se repitió de la
manera más cruel e imaginable para la selección de los tres leones.
Paul Ince fue un rey entre leones al igual que el mediocampista
David Batty, la clase de Alan Shearer y Michael Owen, aportaron al equipo
inglés gambetas y dos anotaciones.
El siempre líder Ayala, Verón y Zanneti los jugadores más
sobresalientes del equipo sudamericano. Y por supuesto Simeone, el “Cholo” Hizo lo que se le antojó en aquel
partido, simuló un penal e hizo expulsar al icono del fútbol inglés moderno.
El partido cambiaría notoriamente cuando Inglaterra se
despidió de David Beckham. Cuando Beckham fue expulsado a principios de la
segunda mitad por una patada al astuto capitán Diego Simeone, los jugadores dirigidos
por de Glenn Hoddle se vinieron abajo, sabían que con un hombre menos sería
complicado vencer a los pupilos de Daniel Passarella.
La expulsión de Beckham iba a tener consecuencias
especialmente perjudiciales. Uno de los mejores cobradores de pelota quieta de
la historia del fútbol, ya no estaría disponible para los lanzamientos desde el
punto penal.
Pero antes de la expulsión de Beckham, habían sucedido
varías cosas.
Apenas a los cinco minutos de juego Simeone cayó en el área
rival, David Seaman, el culpable, el árbitro de la contienda pitó penal. Éste
fue convertido por Gabriel Batistuta, que dirigiéndose a sus fans imitó las celebraciones
de Bebeto en USA 94, un tributo a su recién nacido hijo.
Inglaterra se negó a aceptar cualquier idea de supremacía por parte de su rival. Así que comenzó a ser más agresivo. Minutos después. En el medio campo el siempre lúcido Paul Scholes cabeceó de manera inteligente el balón. Éste se dirigió al
Golden Boy, Owen pronto haría lo suyo, ganó en velocidad y adentrándose en el
área ganó un penalti para los suyos. Roa
acertó el lado al que el balón iría pero no pudo contener el poderoso disparo
del ídolo de las “Urracas” Alan Shearer.
15 minutos después, una
sensacional carrera, culminaba con un golazo, aquella jugada encapsula todo el
amor de una nación por un jugador. Beckham toma el balón el medio campo, lanza
un exquisito pase, esos que siempre hizo durante toda su carrera con su botín
derecho, Owen adormeció el pase de Becks tan bien que se habilitó y le alcanzó
para dejar en el camino a Chamot, que ya vencido sabía que jamás alcanzaría al
delantero inglés.
Argentina se sacudió, luchando bajo una manta blanca lanzada
por Tony Adams y sus defensores. Los medio campistas ingleses, liderados por Paul Ince , también sudaban sin descanso por la causa, persiguiendo y acosando a sus
oponentes .
Luego, llegó una dosis más de derroche futbolístico, en el
epilogo de la primera parte, llegó una de las mejores jugadas de laboratorio de
los mundiales. Juan Sebastián Verón deslizó un sutil pase a Javier Zanetti ,
cuyo primer contacto le permitió acomodar la esférica en el angulo de la portería
defendida por Seaman. Con empate a dos tantos terminaría la primera parte.
Justo después de la
reanudación, Beckham fue expulsado por golpear a su antagónico colega Diego Simeone. Vientos de adversidad para el equipo de la isla se aproximaban. Inglaterra fue a una
defensa de cuatro. Scholes y Owen cubren
el ancho del medio campo mientras Shearer ofreció un punto focal único.
Argentina arremetió contra los ingleses. La estrategia
habitual contra los oponentes agotados fue la misma, pases mortales del diez
argentino Ariel Ortega, Gambetas de Claudio López y disparos de media distancia de Verón y
Batistuta. El estado de ánimo de Inglaterra nunca decayó a pesar de todo. El
aliento hacía los leones se escuchaba una y otra vez en las gradas, donde los hooligans ingleses cantaban sin parar.
Argentina, disfrutó inevitablemente la mayor parte de la
posesión del balón, pero no logró anotar, el partido se fue a tiempo extra pero
allí persistió el empate. La batalla se definiría por lanzamientos desde el
punto penal.
Allí, Roa sería
determinante atajándoles dos penales a los ingleses ya exhaustos. A excepción
de Hernán Crespo Argentina no falló desde los doce pasos, las cabezas de Inglaterra
cayeron. Pero deben mantener bien alto,
porque hicieron una actuación para llenar de orgullo a un país entero. Un partido sublime que
quedará en los mejores de la historia de los mundiales.
|
Inglaterra, la eterna perdedora. Equipo siempre sobrevalorado y siempre la eliminan. 1 mundial ganado en casa y con un gol en la final inexistente.
ResponderEliminar