Fue uno de los partidos más extraordinarios en la historia
del fútbol. Escenario: el Valley. La fecha: 21 de diciembre de 1957. Los
equipos: Charlton Athletic como local frente al Huddersfield Town, entrenado
por el mítico Bill Shankly, dos años antes de empezar a construir su leyenda en
el Liverpool. El Charlton se quedó con diez hombres al poco de comenzar el
encuentro cuando su capitán, el internacional inglés Derek Ufton, tuvo que
retirarse con una clavícula rota. El Huddersfield mandaba 0-2 al descanso. A
los 7 minutos de la segunda parte se habían puesto 1-5, y el único gol del
Charlton lo había marcado el veterano extremo izquierdo Johnny Summers.
El Huddersfield empezó a pasearse con el aire confiado de un
equipo que, comprensiblemente, considerada que tenía el partido ganado. A 30
minutos del final, el Charlton protagonizó la remontada del siglo para salvar
el partido. Summer marcó cuatro goles más para elevar su total a cinco y poner
el marcador en 5-6. En el minuto 87, el Huddersfield se lanzó una vez más a la
carga y logró el empate. Pero Johnny Summers aún tenía otro truco en la manga.
En el último minuto envió un pase a John Ryan, que marcó. El Charlton 7-
Huddersfield 6. Ningún periodista tuvo el coraje para decirle a Shankly que
ésta era la primera vez en la historia de la liga en que un equipo marcaba seis
goles y perdía.
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