30/12/12

Celtic Vs Inter. 1967. Los leones de Lisboa






“Y ahí estaban: Fachetti, Domenghini, Mazzola. Medían metro ochenta, con sus bronceados Ambré Solaire, sus sonrisas Colgate y el pelo engominado. Incluso olían bien. Y por el otro lado estábamos nosotros, una panda de enanos. Yo casi no tengo dientes, a Bobby Lennox también le faltan y Ronnie Simpson no tiene ninguno. Los italianos nos miraban y nosotros les dábamos nuestra mejor sonrisa. Parecíamos salidos del circo” 

Jimmy Johnstone, leyenda del fútbol escocés (1944-2006)



Los “Lisbon Lions”, como serían bautizados por los hinchas portugueses tras la final de la Copa de Europa en 1967, son sin lugar a dudas el mejor equipo de la historia del Celtic de Glasgow. Un equipo histórico, que se convirtió en el primer campeón de Europa británico y que sólo 3 años más tarde estuvo a un paso de conseguir otra vez el éxito llegando a la final ante el Feyenoord de Rotterdam. De hecho, se formó una base que mantuvo al Celtic como una potencia europea hasta mediados de los 70. En su temporada más gloriosa , 1967, ganaron todos los torneos en los que participaron: Liga, Copa, Copa de la Liga, Copa de Glasgow y Copa de Europa. La particularidad más llamativa de este equipo era que todos los jugadores del equipo habían nacido en Glasgow o sus cercanías. Bajo las órdenes del mítico Jock Stein, el equipo escocés practicaba un fútbol que buscaba siempre el ataque. Un ataque desaforado. El propio Johnstone lo definiría como “parecido al estilo holandés, pero más rápido”. Era un conjunto fenomenalmente vertical.
Durante el camino a la final marcaron 15 goles y sólo recibieron 4, ganando todos los partidos menos dos, derrota ante la Vojvodina en Novi Sad y empate en Praga ante el Dukla. Aún así, el Inter del gran Helenio Herrera llegaba como clarísimo favorito a pesar de haber tenido que recurrir a un desempate para tumbar al CSKA Moscu. De hecho, como curiosidad hay que señalar que un sólo jugador del Inter cobraba más que todo el once inicial del Celtic.

Se fueron como simples jugadores de fútbol, volvieron como leones legendarios.

El partido final se celebró el 25 de Mayo de 1967 en el Estadio Nacional de Lisboa, Portugal. Dado que en ese estadio jugó muchos partidos el Sporting de Portugal, que visten exactamente igual que el Celtic y son apodados “Os Leoes”, la asociación de ideas bautizó al conjunto de Jock Stein como los “Lisbon Lions”. El once inicial del Celtic estaba formado por: Ronnie Simpson en la portería, Jim Craig en la derecha, Tommy Gemmell, el Facchetti escocés en la izquierda, John Clark y el capitán Billy McNeill que pugnaba con Bobby Moore por ser el mejor líbero del Reino Unido en el centro de la defensa. Bobby Murdoch y Bertie Auld sujetaban el medio del campo, mientras que en ataque estaban el pequeño diablo Jimmy Johnstone por la derecha, William Wallace y Steve Chalmers como puntas de lanza, y Bobby Lennox, la mayor leyenda del Celtic, como extremo izquierdo, tirando sus peligrosas diagonales, que tantos goles le reportarían. El Inter por su parte formaba con Giuliano Sarti, Tarcisio Burgnich, Aristide Guarneri, el capitán Armando Picchi, Giacinto Facchetti, Giancarlo Bedin, Sandro Mazzola, Mauro Bicicli, Angelo Domenghini, Renato Capellini y Mario Corso entrenados por Helenio Herrera.
El partido empezó perfectamente para los italianos cuando Jim Craig cometió un penalty sobre Renato Capellini que transformó Mazzola en el minuto 7. El choque estaba donde los italianos querían. Podían plantar el magnífico catenaccio que los equipos de Helenio Herrera ejecutaban con tanta maestría. Pero el equipo el Inter de Helenio Herrera, no parecía estar en su mejor momento y para colmo no contaban con la explosión de fútbol ofensivo que ofrecería el Celtic, liderado por el enorme futbolísticamente hablando Jimmy Johnstone, que llegado el momento masacró sin piedad a un decepcionante Facchetti. Para muestra: el Inter disparó 2 veces a portería a partir del gol y no forzó ningún tiro de esquina. El Celtic disparó 20 veces al marco de Sarti, y otras tantas fuera. El empate del Celtic llegó en el minuto 63 cuando Craig se resarció del penalty asistiendo a Tommy Gemmell para que el potente lateral zurdo perforara la portería milanesa con un fuerte disparo. Stein le insistía en que jugase como Facchetti, y desde luego, hubo momentos en que la copia escocesa superó con creces al original italiano. Ya con el final del partido muy cerca, y el Inter muerto físicamente y también psicológicamente, Billy McNeill encontró un espacio para disparar y soltó la pierna. Steve Chalmers pasaba por allí y desvió el balón lejos del alcance del portero italiano, dando la ventaja definitiva al equipo escocés: ¡Campeones de Europa!
Era el comienzo de la época dorada del Celtic, donde no solo dominó Escocia con mano de hierro, sino que se hizo sentir en el plano internacional. El equipo de Jock Stein, perdió la Intercontinental de ese año ante Racing de Avellaneda, en la famosa “Batalla de Montevideo” en la primera de las violentísimas finales que los representantes sudamericanos plantearon en esta época, y que estuvo a punto de acabar con la competición. 
Pero, a pesar de este revés que supuso para el club el no ser capaz de refrendar su dominación internacional, el Celtic no desapareció, no fue flor de un día. 





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