25/10/17

Cuba vs Rumania. 1938. La primera vez de Cuba en un Mundial


Si bien la sombra del dictador Benito Mussolini no estuvo omnipresente, la tercera edición de la Copa Mundo estuvo marcada de nuevo por la política. El planeta, en especial Europa, estaba más convulsionada que nunca,los espíritus estaban alborotados y los ánimos caldeados. La inminencia de la Segunda Guerra Mundiall marcó el torneo cuya sede fue otorgada a Francia para rendirle homenaje a Julet Rimet, el dirigente que había impulsado la creación del certamen. Ese hecho, sin embargo, en vez de unir a los 32 países que conformaban el seno de la FIFA, terminó por ahondar las diferencias.
Austria, considerado uno de los mejores equipos del planeta, se retiró luego de que su territorio fue invadido por Alemania. Algunos de sus jugadores fueron integrados al elenco germano, pero Mathias Sindelar, el más importante de todos, se negó de manera rotunda y ese episodio fue el comienzo de un final fatal e inesperado para el talentoso deportista. España se hizo a un lado dado que su país se desangraba por cuenta de la Guerra Civil, mientras que China y Japón estaban enfrentados en la segunda guerra Sino-Japonesa, que se desató en 1937.
En lo deportivo, La primera fase resultó inesperada equilibrada, pues cinco de los ocho duelos requirieron prórroga , tras terminar empatados al cabo de los 90 minutos reglamentarios; dos de ellos no lograron dirimir superioridades y, por eso, fue necesario programarlos de nuevo. Fueron Cuba-Rumania (3-3) y Alemania-Suiza (1-1). Los cubanos dieron la primera gran sorpresa de la historia  al derrotar a los experimentados rumanos, que en el duelo de desempate cayeron 1-2 y se despidieron prematuramente.
Cuba llegó a Francia 1938 gracias a la invitación de la organización. Además, a Cuba la favorecieron los retiros de Colombia, El Salvador, Costa Rica y Surinam. A Francia, los futbolistas de la isla llegaron como campeones de los Juegos Centroamericanos  y del Caribe en  los que fueron anfitriones. El emparejamiento de la primera fase de deparó a Cuba un duelo con Rumania, que había sido octavo en 1930 y duodécimo en 1934. Pintaba para debut y despedida, `pero los 7.000 aficionados que se apostaron  en las tribunas del Stade Municipal de Toulouse vieron una de las más grandes sorpresas de la historia de la Copa Mundo. Como era de esperarse, los rumanos abrieron la cuenta, aunque no tan temprano como pudiera esperarse: a los 35 minutos por intermedio de Stefan Dobay. Pero antes de que concluyera el primer tiempo Héctor Socorro marcó el 1-1. En el segundo tiempo, José Magriña amenazó con el batacazo, pero Iuliu Baratky, cerca del final, empató de nuevo y obligó a disputar la prórroga.
En esa instancia Socorro, primero y Dobay, después  volvieron a anotar para un increíble 3-3 que, de acuerdo con la reglamentación establecida, desencadenó en un nuevo juego. Ese encuentro  se cumplió el 9 de junio, con mil hinchas más que en la ocasión anterior. El partido pintaba para otro duelo goleador entre Dobay y Socarro hasta que Tomás Fernández, a los 12 minutos del segundo periodo, puso el definitivo 2-1. Cuba avanzó, Rumania se despidió y el mundial tenía un protagonista inesperado. En Cuartos de Final, lo esperaba Suecia, que había quedado libre en la primera ronda tras el retiro a última hora de Austria.  lo que fue una gran ventaja para los europeos.

La cita entre nórdicos y caribes se dio el 12 de junio y resultó una pesadilla para los cubanos. Fueron goleados, lo que resultó un durísimo golpe para un inexperto, pero combativo elenco cubano. Tres partidos en una semana fue mucho. Cayeron en Cuartos ante un descansado Suecia, pero  marcharon con la frente alta.

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