Las manos más famosas de los mundiales. Mario Kempes (1978) Diego Maradona (1986) Luis Suárez (2010) |
"Él es un hombre que ha sentido y proporcionado mucho placer, pero al mismo tiempo es un hombre atrapado por la maquinaria del éxito, atrapado por las reglas del juego de una industria del espectáculo que obliga a ganar o ganar, y que prohíbe perder. Entonces, él padece en carne propia los valores del mundo actual, en el que el único pecado que no tiene redención es el fracaso.
Trabajó de Dios en los estadios y ahora no puede resignarse a ocupar un lugar anónimo en la tribuna o a jugar por el puro placer lúdico en un campito cualquiera.
Trabajó de Dios en los estadios y ahora no puede resignarse a ocupar un lugar anónimo en la tribuna o a jugar por el puro placer lúdico en un campito cualquiera.
Él se convirtió en un Dios sucio, el más humano de los dioses, pero los dioses, por muy humanos que sean, no se jubilan"
Eduardo Galeano.
Por: Edwin Medina S.
Rosario, Provincia de Santa Fe. Copa del Mundo. 13 de junio
de 1978. Argentina es superada en fútbol
por su rival, el cual estaba siendo liderada por Grzegorz Lato, el
segundo polaco más famoso de la historia después de Rosa Luxemburgo.
Las opciones de gol más claras del partido son para la
selección de Polonia. El gol era cuestión de tiempo para los camisas rojas.
Uno de los más temibles delanteros de fútbol de la época de
los 70 y 80 Andrzej Szarmach ídolo del equipo francés Auxerre, se escapa por
territorio oriental, entrándose en el área celeste es derribado por el
defensor Galván. El polaco Kazimierz Deyna se dispone a cobrar
el tiro libre. Sin tomar mucho impulso, con gran maestría y con excelente
colocación, al mejor estilo de Maradona y su gol imposible frente a la Juventus. Deyna pone el balón al segundo palo, allí es cabeceado por Maculewicz,
ya el arquero argentino Fillol estaba vencido, entonces llegó una de las
jugadas más recordadas de la historia de los mundiales.
Mario Alberto Kempes,
estrella y goleador del equipo argentino, estiró su brazo derecho, atrás de él
únicamente estaba la red esperando a ser besada por el balón, pero Kempes lo
evitó, atajó el balón y corrió con la suerte de no ser expulsado, ya que en
aquel tiempo no existía la regla aquella del Último recurso y ni siquiera fue
amonestado. Los polacos merecían ir
adelante en el marcador y así lo sabía Deyna, el cual se paró frente al balón
para anotar, pero Fillol logró detener el disparó para continuar con el partido
igualado a ceros. Los polacos se vinieron abajo anímicamente. Pero la proeza de
Mario no terminaría allí, Kempes anotaría dos magníficos goles en el partido
para darle la victoria a la celeste. Los polacos no entendían su mala suerte. Se
fueron derrotados del encuentro siendo más que su rival. Días después Kempes se
coronaría goleador del Mundial y Argentina sería campeona del mundo.
¿Qué hubiese pasado si Kempes no evita aquel gol con la mano cuando el partido estaba igualado?
¿Qué hubiese pasado si Kempes no evita aquel gol con la mano cuando el partido estaba igualado?
32 años después. 2 de julio de 2010. Sudáfrica. Copa del
Mundo. Cuartos de Final. Uruguay y Ghana buscan el pase a semifinales. Al minuto 45 una de las figuras del equipo
africano Sulley Muntari saca un zurdazo imposible de atajar para el portero
uruguayo Muslera y anota el primer gol del encuentro. Diez minutos
después el capitán celeste Diego Forlán anota una joya de gol y empata la
batalla. Así culminaría el choque en los
90 minutos. Ya en el tiempo extra, los africanos tienen las mejores opciones de
gol. En el último suspiro del encuentro en el minuto 120, Ghana tiene un tiro
libre a favor, el balón es lanzado al área uruguaya, pasa de todo, nadie logra controlar
el esférico, Muslera ya está vencido, el delantero Dominic Adiyiah logra cabecear
el balón y Luis Suárez no tiene otra opción que estirar su brazo derecho y
evitar el gol con la mano. El juez del encuentro expulsa a Suaréz por último recurso y por supuesto otorga penal
para los Ghaneses. El encargado de cobrar es Asamoah Gyan, éste, patea con mucha
furia y el balón sale desviado, lejos del arco.
Gyan llora, Suaréz celebra. Su viveza le da vida a Uruguay.
Luego llegarían los lanzamientos desde los doce
pasos para definir al ganador. Allí los suramericanos logran imponerse por 4 a
2 frente a unos Ghaneses que no asimilaron el penal errado en el último suspiro.
Con el espíritu de
Obdulio la celeste logra meterse después de 40 años nuevamente a una
semifinal de un Mundial de fútbol.
1986. 22 de junio. Estadio Azteca. México. Copa mundo. Cuartos
de Final. Argentina enfrenta a Inglaterra. Al minuto 52 del encuentro Diego
Maradona anota el gol más polémico de la historia de los mundiales. El Pelusa toma el balón en el medio campo, éste, parecía atado a su botín izquierdo, dejando
rivales desparramados con su slalom veloz Diego se la toca a Valdano y el balón
vuelve hacía él. Peter Shilton sale estrepitosamente a tomar el esférico pero
Maradona muy vivazmente eleva al cielo su puño izquierdo y logra anotar.
Aquella imagen se tatúo
en mi mente al igual que muchas otras, como la de Jhonny Rotten cantando “God Save the
Queen” mientras navegaba en el Támesis el mismo día que se celebraba el desfile
local en honor a la Reina. O el puño en alto de Nadezhda Tolokónnikova vestida con una camisa azul con el lema de “No Pasarán” justo antes que la condenaran a prisión. Y el precioso discurso
final de Charles Chaplin en su primera película sonora, su obra maestra “El
gran dictador”. Entre otras más.
Luego de aquel polémico gol. Llegaría El gol del Siglo y después
la obtención de la Copa del Mundo 1986.
No hay comentarios:
Publicar un comentario