Patrick O'Connell |
Por Nuala McCann
El FC Barcelona es sinónimo de glamour en el fútbol: Messi,
Maradona, Johan Cruyff, Xavi y Andrés Iniesta le pusieron su sello de calidad.
Pero, en algún momento en más dee sus 118 años de historia, el gigante catalán
estuvo a punto de desaparecer. Y gracias a un irlandés, Patrick O'Connell, más
conocido como "Don Patricio", logró superar una de las peores crisis
de su existencia.
O'Connell fue jugador y técnico -campeón con el Real Betis
en 1935- y marcó al Barça porque logró ayudarlo a sobrevivir los rigores de la
Guerra Civil española.
Sin embargo, a pesar de sus hazañas -también fue capitán del Manchester
United-, el irlandés murió en la pobreza y el olvido en marzo de 1959 y fue
enterrado en una tumba sin nombre.
Y no fue sino hace unos 10 años que varios fanáticos del Celtic de Belfast,
donde jugó gran parte de su carrera, recordaron las hazañas del que ahora es
llamado el "salvador del Barcelona".
Por esa razón, Don Patricio obtuvo en su homenaje una placa azul que recuerda
sus méritos, no solo en las canchas sino también en su condición de mecenas. Y
fue instalada en Albert Street en Belfast, Irlanda del Norte.
"Nos honra recordar a Patrick O'Connell. Estamos seguros que su legado va
a ser apreciado no solo en Irlanda sino en España y en otros países",
señaló Chris Spurr, director del Ulster History Circle, que otorga estas placas
en territorio norirlandés.
Pero, ¿cómo un irlandés terminó salvando de la ruina a uno de los equipos más
poderosos del planeta?
Manager
Como futbolista, la carrera de O'Connell lo llevó por el
Celtic de Belfast y el Manchester United de principios del siglo XX.
Y una vez retirado de las canchas, decidió marcharse a España para convertirse
en director técnico.
Allí dirigió al Racing de Santander y, en 1932, fue nombrado técnico del Real
Betis, que estaba en segunda división.
Su gestión no solo puso al club sevillano en primera, sino que en la temporada
1934-35 lo logró llevar a la última fecha del campeonato empatado en puntos en
el primer puesto con el poderoso Real Madrid.
Y el último partido era contra el equipo merengue. El resultado final fue 5-0 y
el Betis consiguió el único título de su historia.
Por esa razón, O'Connell fue contratado por el FC Barcelona, que ya vivía una
fuerte crisis después del suicidio de su fundador, Joan Gamper, en 1930, y la
fuerte caída en el número de socios.
Pero en julio de 1936 estalló la Guerra Civil española y la crisis se ahondó.
El club catalán fue asociado por el régimen de Francisco
Franco con el bando republicano y comenzó a sufrir una fuerte crisis económica
debido a las presiones del gobierno.
El presidente del club de ese entonces, Josep Suñol, fue fusilado por soldados
falangistas. El número de socios, en tanto, no lograba pasar de los 4.000.
El equipo necesitaba dinero… y de forma urgente. Entonces Don Patricio, junto a
un empresario catalán que vivía en México, ideó una forma de recaudar fondos
para poder salir a flote: emprender una gira internacional.
Con sus contactos logró organizar varios partidos en México, Cuba y Estados
Unidos. El equipo viajó en un tren con las luces apagadas para evitar ser
bombardeado por las fuerzas aéreas italianas leales a Franco.
El Barcelona logró llegar a México. El fenómeno de un equipo europeo fue bien
recibido, tanto en la capital mexicana como en Nueva York, y el club logró
recaudar US$12.900, el dinero suficiente para sortear -de momento- la crisis
económica.
Pero O'Connell no fue capaz de repetir la hazaña del Betis con el club catalán,
en parte porque muchos de los jugadores pidieron asilo político durante la gira
(solo regresaron cuatro).
Y poco después, se marcó de España de regreso a Londres.
Muerte y resurrección
O'Connell terminó sus días en la pobreza en Londres, en
1959. Fue enterrado en una tumba sin identificación en el cementerio de Santa
María, en el barrio londinense de Kilburn.
Mientras tanto, el FC Barcelona se convirtió en uno de los grandes clubes de la
historia, así como el Manchester United en el que había jugado.
Hace alrededor de una década, Fergus Dowd, fanático del Celtic Belfast, se
enteró de boca de su padre de los méritos de Don Patricio e inició una campaña
para rescatar del olvido al héroe norirlandés.
"Recuerden esto: sin él, no existiría el Barcelona. No fue Messi, ni
Cruyff ni Maradona. Fue O'Connell quien salvó al Barcelona de la
extinción", le dijo Dowd a la BBC.
Y en su empeño consiguió el apoyo de los alemanes Franz Beckenbauer y Oliver
Khan y el portugués Luis Figo, entre otras estrellas del fútbol internacional
que ayudaron a Dowd a darle a O'Connell el reconocimiento que merecía.
Se firmaron camisetas para recaudar fondos para construir un monumento.
El empeño llegó lejos: Dowd no solo consiguió una placa en la calle de Belfast
para el fallecido futbolista, sino que el nombre de O'Connell fue inscrito en
el Salón de la Fama del FC Barcelona en 2015.
Y el acto se realizó antes de un partido que hubiera sido emblemático para
"Don Patricio": el FC Barcelona frente al Real Betis.
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