Brian Clough y Peter Taylor |
Fue el mejor entrenador de la historia de Inglaterra. Fundó
la Liga Anti-Nazi. Hizo campaña en pro del Partido Obrero Inglés. Fue campeón
de la Liga inglesa con el modesto Derby County y con el Nottingham Forest. Pero
todo hubiese sido imposible sin su amigo Peter Taylor fallecido
un día como hoy. Esta es la historia de dos amigos que fueron leyenda en el
fútbol europeo.
Ningún hombre es más grande que el juego del fútbol, dice el
refrán. A veces, sin embargo, Brian Clough parecía más grande que la vida. Las
victorias que consiguió como DT tenían algo de milagroso: el campeonato de la
liga de 1972, con el Derby Country, o el de 1978 con el Nottingham Forest,
fueron los primeros de la historia de estos clubs respectivos. El del Forest,
sobre todo, fue un triunfo épico. Clough fue contratado cuando el equipo
militaba en la Segunda División inglesa, logró el ascenso a primera y al poco
tiempo derrotó al Liverpool tanto en la final de Copa de la Liga como en la
carrera por el campeonato, que el Forest conquistó con siete puntos de
diferencia sobre los reds. El doblete alcanzado en la primera temporada de
primera división catapultó a su entrenador a la leyenda, pero cuando el segundo
doblete se contó por Ligas de Campeones (hoy día Champions League),
Empezamos a sospechar que el mérito de este hombre tenía algo de sobrenatural.
Así era.
Tras entrenar las juveniles del Sunderland durante un año
asumió el mando del Hartlepool, convirtiéndose en el entrenador más joven de la
liga (treinta años), y después el Derby Country, siempre acompañado por su
ayudante y amigo Peter Taylor, que le siguió allá donde fue el resto de su
carrera. Entonces empezó la fiesta: en 1969, los 'Rams' subieron a la primera.
En 1972 llegó el histórico titulo de Liga del Derby y en la Copa de Europa del
año siguiente el recorrido se interrumpió sólo en semifinales, ante la
Juventus, a la que Clough acusó de comprar al arbitro: llamó
"cobardes" a los italianos en general, "estafadores" a los
blanquinegros en particular, e incluso llegó a evocar los hechos de la Segunda
Guerra Mundial.
Los fans le adoraban. Los jugadores también. Sabían que era
capaz de vencer allá donde todos habían caído. Cuando en 1973 anunció que
dejaba el club, por direfencias con los directivos del Derby que no estaban de
acuerdo con sus compromisos mediáticos -se convirtió en el más ácido y
divertido de los comentaristas televisivos- la noticia sorpresa dio a todos. La
decisión provocó marchas y clamor de la hinchada para que Clough y Taylor no
marchasen.
La siguiente parada fue el Leeds United, pero ya sin su
amigo Peter Taylor que se había negado a acompañarlo porque pensaba que dirigir
al Leeds seria un fracaso. "Representan todo lo que no somos", le
dijo Peter a Clough mientras marchaba. Clough siempre fue un anti-Leeds: decía
que eran cínicos y marrulleros, que habían ganado sus títulos haciendo trampas.
Los jugadores lo odiaban, al cabo de seis partidos, y cuarenta y cuatro días de
infierno, Brian abandonó el cargo.
A pesar de este enorme error, Clough no perdió un ápice de
confianza en sí mismo. En enero de 1975 aceptó hacerse cargo del banquillo del
Nottingham Forest, (de nuevo con Taylor) que en aquella época era un equipo que
se situaba en la zona baja del campeonato de Segunda División. Los frutos de su
revolución fueron monumentales. El Forest subió a la primera división en la
temporada de 1976-77, aunque el progreso del club podría haberse interrumpido
en este momento de haberse aceptado su candidatura para entrenar a la selección
inglesa. Los aficionados del Nottingham veían como su equipo superaba todos los
obstáculos para convertirse en el campeón de la Liga de 1977-78 y levantaba de
paso la Copa de la Liga. Para poner en contexto esta proeza, la victoria del
Forest, sucedió durante el reinado de uno de los mejores Liverpool de la
historia. Y para colmo de dicha, en diciembre de aquel año el Forest cumplió 42
partidos sin conocer la derrota, un récord de primera división que permaneció
intacto hasta que lo batió el Arsenal muchos años después.
Pero quedaban días mejores por delante. Clough se lanzó a la
conquista de la Copa de Europa, con ese aire de inspirada locura que a veces
enmascaraba su genio para crear equipos que era más grandes que las suma de sus
partes. Y la conquistó, para asombro de la mayoría de los críticos. En la
temporada de 1979-80, Brian y compañía siguieron desafiando a gigantes. El
Forest despachó al Ajax en semifinales para acudir a su cita en la final con el
Hamburgo, que había eliminado al Madrid con un contundente 5-1. En el minuto 19
de partido, el extremo John Robertson adelantó a la escuadra inglesa, que en
adelante se dispuso a proteger la portería del gran Peter Shilton, para
marcharse con el segundo título consecutivo: el novato europeo había entrado en
la historia del fútbol.
La dupla Clough Taylor fue un fenómeno que trascendió los
limites del deporte. La reputación de Clough está basada en las dos Copas de
Europa consecutivas ganadas con el Forest y en un don para convertir en grandes
a jugadores medianos. Su idiosincrasia y su éxitos deportivos le convirtieron
en un héroe. Dos estatuas, una a las afueras del estadio del Derby y otra a las
afueras del Forest fueron levantadas en su honor
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