5/4/15

Argelia V Egipto. 2009. Del césped a la barricada


Jugadores de Argelia celebrando el gol del triunfo.



“Los nadie: los hijos de los nadie, los dueños de nada.
Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la crónica roja de la prensa local.
Los nadie, que cuestan menos que la bala que los mata.”


“Los nadie” de Eduardo Galeano.

Por: Edwin Medina.



Para la FIFA al igual que para el gobierno o la iglesia supuestamente todos somos iguales, es una forma eufemística de mantener el estado de cosas en su lugar. La igualdad como la democracia y la solidaridad han sido palabras prostituidas por los líderes de opinión para llevar a cabo todos sus planes. Desde su fundación en mayo de 1904 la FIFA dividió internamente el mundo del fútbol en dos; Los mediáticos y los nadie. Los primeros son aquellos que mueven el mundo del marketing y los segundos son los que se colaron en la fiesta a base de sudor y lucha. 
 Así fue como un consentido de la FIFA en África como Egipto, el cual era el mejor equipo africano de aquel tiempo, ya que venía de ganar la Copa Africana de naciones, se enfrentó a los Argelinos buscando un cupo para el mundial Sudáfrica 2010.
Egipcios y argelinos debían enfrentarse a un solo partido en campo neutro, ya que en la fase de grupos estas dos selecciones habían terminado con los mismos puntos, misma diferencia de gol y mismos goles marcados de local y visitante.
La FIFA decidió que el partido se disputaría en Sudán. Más de 15.000 policías fueron movilizados para el encuentro, las embajadas, las escuelas y oficinas no abrieron sus puertas al público aquel día, sabían que una gigantesca horda de hinchas se aproximaba. Dos días antes del partido hinchas radicales argelinos apedrearon el bus que trasportaba a los jugadores egipcios, lo que generó aún más odio entre países, jugadores e hinchas. 

La batalla se disputó en un clima tenso y enardecido. Así lo entendieron los jugadores. Apenas dos minutos de juego y el defensor argelino Nadir Belhadj realizó una patada espeluznante, pero el árbitro no quería problemas tan pronto y arregló todo con una amarilla. Dos minutos después el argelino Meghni y el egipcio Assan repartieron puños entre si, nuevamente el juez no vio nada. Y así fue el trámite del encuentro. Antes de finalizar el primer tiempo el defensa Yahia anota un gran gol para los argelinos desatando la euforia de unos y la ira de otros.

Un solitario gol argelino sentenció la batalla en el césped, pero era solo el comienzo de lo que afuera del estadio pasaría.  Los enardecidos hinchas egipcios no soportaron la humillación a base de un equipo chico, hasta el presidente de aquel entonces Mubarak pidió que se repitiera el encuentro con la excusa de que los jugadores egipcios habían recibido demasiado maltrato previo al partido. Pero ya no había vuelta atrás, los nadie vencieron a un todopoderoso de África.  La selección de Egipto eliminada, sus políticos humillados, y sus hinchas a cubrir las heridas.
 Los Argelinos también sufrieron la ira de los hinchas egipcios antes y después del partido, pero de éso poco habló la prensa, el bus que trasportaba a los argelinos también fue victima de atentados, mucho más graves, pero la FIFA decidió mirar para otro lado a la hora de las sanciones. El gobierno egipcio decidió retirar su embajada de suelo argelino, en París la embajada argelina fue atacada por radicales  y el aeropuerto de Sudán fue un cuadrilátero para hinchas de los dos equipos. 
Esta lucha se repetirá cada vez que argelinos y egipcios se encuentren en un campo de fútbol, para recordar aquel día que
los nadie, sí, los nadie, aquellos que cuestan menos que la bala que los mata dejaron sin copa a unos viejos amigos del poder.
Disturbios a las afueras de la embajada argelina en París.




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